Cuenta la leyenda, que Atenea ganó una contienda entre los Dioses, para ver quien le aportaba el regalo más útil a la humanidad. La Diosa legó a los hombres un líquido de oro, con excelentes propiedades culinarias, cosméticas y extraordinario para la salud.
En el bello pueblito griego de Kardámili, en el corazón del Peloponeso, el aceite de oliva se ha prensado desde tiempos inmemoriales. Para honrar a aquellos antepasados griegos, quienes han sido nuestra inspiración, hemos denominado Kardámili a nuestro aceite, cuyo espíritu está presente en esta especial selección, que hoy día le ofrecemos.